Facebook, Twitter cancelan cuentas partidarios WikiLeaks


Wikileaks. Anonymous propone publicar las filtraciones que aún permanecen ocultas mientras el gobierno bolivinano emprende la traducción al castellano de los "cables".

Lejos de empezar a apaciguarse, la guerra abierta entre detractores y defensores de WikiLeaks está más encendida que nunca, y cada vez son más los interesados que toman parte. Las cuentas que Anonymous mantenía en Facebook y Twitter en referencia a la "Operación Payback" han sido canceladas. En el caso de Facebook, ante los posts de varios "fans" que animaban a encontrar nuevos objetivos de ataque, la red social ha optado por eliminar el perfil señalando que la página "Operation Payback" ha sido
borrada por violar los términos de uso.

Entre otras cosas, Facebook recuerda en su aclaración que no dará cabida a todas aquellas páginas que incluyan amenazas o ataquen a una persona o grupo. Sin embargo, las réplicas a la cuenta original empiezan ya a multiplicarse. Twitter optó por la misma vía hace pocas horas, pero, al igual que en el primer caso, las cuentas comienzan a replicarse. Según Forbes, la razón de la decisión de Twitter podría encontrarse en un tweet que incluía un link a una página repleta de tarjetas de crédito MasterCard con sus correspondientes fechas de caducidad.

Cambio de estrategia y traducción de las filtraciones

Ante el repentino giro de los acontecimientos, Anoymous cambia de plan. Según informa TechCrunch, el site
anima a todos sus seguidores a explorar de manera individual el enorme caudal de filtraciones facilitadas por WikiLeaks en busca de los "cables más jugosos" que todavía no han visto la luz. Una vez localizados, se invita a los descubridores a redactarlos para una lectura amena de "no más de uno o dos minutos" y a empezar a extenderlos por la red.

Desde el lado institucional, algunos gobiernos empiezan también a tomar posiciones. Si ayer era Australia, el país de origen de Julian Assange, quien defendía a su nacional de las acusaciones de terceros países, hoy ha sido el gobierno de Bolivia el que se ha puesto manos a la obra para traducir al castellano las filtraciones, que ha decidido poner a disposición de los ciudadanos a través de sus páginas oficiales.